La plantación se mantiene con los métodos tradicionales de poda para la renovación de tejido y el mantenimiento de producciones adecuadas. Para lograr un buen desarrollo hacemos uso de riego por goteo y monitoreo mensual de indices nutricionales.
Se relizan también fertilizaciones con COMPOST o abono orgánico, proveniente de la descomposición de la pulpa.
Todo el café de la finca se desarrolla bajo sombra de árboles de Gravilea e Inga, con una población de 322 árboles de sombra por hectárea. Este entorno asegura condiciones óptimas para lograr cosechas de alta calidad.
La conservación del ecosistema y el mantenimiento adecuado de los árboles de sombra son clave para garantizar una plantación de café de la más alta calidad; pues ayuda a establecer un medio ambiente óptimo y protege la calidad del suelo y vegetación, lo que promueve granos de café de superior calidad.


Control de producción
Los problemas, de plagas, enfermedades y malezas no son ajenas a la plantación. Las plagas como la Broca del Café, es monitoreada y controlada con trampas. Prácticas posteriores a la cosecha, como la recolección de restos de cereza de café en los campos ayuda también a su control.
Se realiza un monitoreo continuo para localizar los puntos focales emergentes o los brotes de las enfermedades como la Roya.
Sólo los productos permitidos se aplican para controlar enfermedades. Los productos usados no representan ningún riesgo para la salud de los empleados ni para la vida silvestre de la plantación.


Las malas hierbas no han sido motivo de preocupación en la finca y su escasa presencia no representa un riesgo o daño a los cultivos. Para el control de malezas, se aplican prácticas no químicas, como el uso de cortadoras mecánicas. La densidad de siembra de árboles de sombra permite también disminuir el desarrollo de malezas.